Ha nacido un villano. Otro. Este es nuevo y es un traidor. Es esa persona que ganó seguidores e hizo fama y carrera reivindicando su derecho a no avergonzarse de sus gramos de grasa acumulada y que, voluntaria o involuntariamente, fue encumbrado al liderazgo de aquello que conocimos como movimiento body positive. El nuevo villano, repentinamente, utiliza las redes sociales para contar su proceso de adelgazamiento, sus rutinas de ejercicio, su dieta, su relación con su entrenador personal. Su “viaje”, lo llama. Otra versión casi más dura es que el personaje en cuestión aparezca delgado y musculado de la noche a la mañana sin que haya más explicación que unos pinchazos de Ozempic o Wegovy jamás confesados, porque el villano asegura que ha adelgazado solo con su esfuerzo.
El problema del “si yo puedo, tú también”: ¿es lícito decepcionarse cuando un famoso decide adelgazar?
Scritto il 11/07/2025
da Karelia Vázquez
Las reacciones en redes sociales a los cambios en la anatomía de las celebridades hablan no solo de nuestra problemática relación con los cuerpos, también con nuestros ídolos